Entrada destacada

1063

Por qué todos necesitamos un hobby que no “sirva” para nada En un mundo que premia la productividad, dedicar tiempo a algo que no tiene un propósito práctico puede parecer casi un acto de rebeldía. Pero ahí está la clave: un hobby que no “sirva” para nada es exactamente lo que tu mente —y tu vida— podrían estar necesitando. Los hobbies sin objetivo son esos que no monetizas, no publicas en redes, no conviertes en proyecto. Pintar sin técnica, tocar acordes torcidos en una guitarra, coleccionar piedras de la calle, aprender nombres de constelaciones, cocinar sin seguir recetas… cualquiera de esas actividades que no pretenden demostrar nada, solo darte un espacio para estar contigo mismo. La presión por ser productivos ha invadido incluso nuestro tiempo libre. Si lees, que sea para aprender; si sales a caminar, que sea para hacer ejercicio; si haces fotos, que sean “contenidos”. Y en medio de todo eso, se nos olvida que también somos seres que necesitan jugar, crear y explorar sin e...

1058



 
 



El encanto de empezar de nuevo sin que sea Año Nuevo

Tenemos tan asociada la idea de “comenzar” con fechas especiales que a veces olvidamos que el verdadero poder de un nuevo inicio no lo marca el calendario, sino la intención. Esperamos al lunes, al primer día del mes, al cambio de estación, al próximo año… cuando en realidad cualquier día común puede convertirse en un punto de partida.

Empezar de nuevo no significa borrar lo anterior, sino permitirte ajustar el rumbo sin grandes ceremonias. Puede ser tan simple como organizar un espacio que llevabas meses ignorando, retomar un proyecto que abandonaste o decidir que hoy vas a tratarte con más amabilidad. Son pequeños reinicios que no necesitan fuegos artificiales.

Lo bonito de estos comienzos espontáneos es que no vienen cargados de presión. No hay expectativas gigantes, ni la sensación de que si fallas una vez ya “arruinaste” todo. Simplemente fluyes, pruebas, corriges. Eso hace que sea más fácil mantener la motivación y más ligero el proceso.

Además, cuando te permites empezar de nuevo en cualquier momento, tu vida deja de depender de las fechas simbólicas. Te vuelves más flexible, más dueño de tu tiempo y más consciente de tus decisiones. Cada día se abre como una oportunidad, no como una repetición automática.

Así que si sientes que necesitas un reinicio, no esperes al próximo lunes. Respira, elige, y empieza hoy. A veces los mejores comienzos son los que nadie celebra, excepto tú.