Entrada destacada

1063

Por qué todos necesitamos un hobby que no “sirva” para nada En un mundo que premia la productividad, dedicar tiempo a algo que no tiene un propósito práctico puede parecer casi un acto de rebeldía. Pero ahí está la clave: un hobby que no “sirva” para nada es exactamente lo que tu mente —y tu vida— podrían estar necesitando. Los hobbies sin objetivo son esos que no monetizas, no publicas en redes, no conviertes en proyecto. Pintar sin técnica, tocar acordes torcidos en una guitarra, coleccionar piedras de la calle, aprender nombres de constelaciones, cocinar sin seguir recetas… cualquiera de esas actividades que no pretenden demostrar nada, solo darte un espacio para estar contigo mismo. La presión por ser productivos ha invadido incluso nuestro tiempo libre. Si lees, que sea para aprender; si sales a caminar, que sea para hacer ejercicio; si haces fotos, que sean “contenidos”. Y en medio de todo eso, se nos olvida que también somos seres que necesitan jugar, crear y explorar sin e...

P-1021






 










El arte de disfrutar la vida lenta: por qué bajar el ritmo puede cambiarlo todo


Vivimos en una época donde la prisa se volvió parte del paisaje. Todo es urgente, inmediato, “para ayer”. Entre notificaciones, responsabilidades y el ritmo acelerado de la rutina, a veces olvidamos lo más simple: la vida también se disfruta despacio.

En los últimos años ha surgido una idea que toma fuerza: la vida lenta o slow living. No se trata de hacer menos, sino de hacerlo con más conciencia. De recuperar el tiempo que dejamos en automático.

Cuando la prisa se vuelve costumbre

Corremos tanto que ya ni cuestionamos por qué.
Corremos por hábitos, por expectativas ajenas, por miedo a quedarnos atrás. Pero la prisa constante nos roba cosas invisibles: claridad, salud mental, creatividad… incluso momentos de felicidad que pasan de largo sin que los notemos.

Vivimos, pero no habitamos nuestra vida.

 

Vivir lento no implica abandonar nuestras metas ni mudarnos a una cabaña en el bosque —a menos que quieras, claro—. Significa:

  • Pausar antes de reaccionar.

  • Elegir con intención.

  • Disfrutar lo cotidiano.

  • Bajar ruido para escuchar lo que de verdad importa.

La vida lenta es una invitación a estar presentes, no perfectos.