La otra cara de Jinx: una mirada crítica a sus aspectos más controversiales
Jinx ha ganado una enorme popularidad dentro del mundo del BL, especialmente por su arte impresionante, su tensión dramática y la intensidad de sus protagonistas. Pero como todo fenómeno exitoso, también viene cargado de críticas y debates —y con justa razón.
Si bien muchos lo siguen con pasión (yo incluido), es importante hablar de sus aspectos negativos y las razones por las que, para algunos lectores, Jinx puede resultar problemático.
1. Relaciones con dinámicas tóxicas y desequilibradas
Uno de los mayores puntos de crítica hacia Jinx es la dinámica de poder extremadamente desigual entre Jaekyung y Dan. Jaekyung es rico, famoso, físicamente imponente y emocionalmente cerrado. Dan, en cambio, es vulnerable, económicamente precario, emocionalmente dependiente y prácticamente sin opciones.
Durante gran parte de la historia, su relación roza lo coercitivo, especialmente en los primeros capítulos. El consentimiento es gris en muchas escenas, lo que puede resultar perturbador, sobre todo si se lee sin contexto emocional o sin una mirada crítica.
2. Erotización del trauma
Aunque la historia intenta construir un arco emocional profundo, también juega con la línea fina entre erotismo y trauma, y a veces no lo hace con la suficiente sensibilidad. Hay momentos donde escenas intensamente sexuales aparecen justo después de momentos de crisis emocional, sin tiempo realista para procesar lo que pasa. Esto puede dar la sensación de que se utiliza el dolor emocional como excusa para intensificar la tensión erótica.
3. Desarrollo emocional lento o inconsistente
Aunque la historia ha empezado a explorar cambios en Jaekyung y en cómo se relaciona con Dan, muchos lectores sienten que ese desarrollo llega demasiado tarde o con señales contradictorias. La empatía por Jaekyung es complicada de generar cuando ha sido tan duro y, a veces, cruel con Dan durante tantos capítulos.
Algunos consideran que la redención del personaje no es suficiente, o que el manhwa no termina de condenar ciertas conductas, sino que las romantiza.
4. Falta de diversidad en la representación queer
Aunque Jinx es una historia BL con dos protagonistas hombres, está lejos de ser una representación sana o diversa de las relaciones queer. No hay otros personajes queer con los que se puedan identificar distintos tipos de experiencias, y la historia refuerza ciertos estereotipos: el "hombre dominante e insensible" y el "chico sumiso y emocionalmente herido".
Si bien es ficción (y tiene derecho a ser oscura y dramática), la falta de matices puede hacer que se perpetúen ideas dañinas sobre cómo son —o deben ser— las relaciones entre hombres.
¿Entonces no deberías leer Jinx?
No necesariamente. Jinx puede disfrutarse como una historia de ficción intensa, dramática y visualmente potente, siempre que se lea con pensamiento crítico. Como lectores, tenemos derecho a disfrutar del conflicto, del erotismo, del drama... pero también tenemos la responsabilidad de cuestionar lo que consumimos.
Hablar de lo negativo no es dejar de disfrutarlo, sino entenderlo con mayor profundidad, y abrir espacios para conversaciones reales sobre lo que representa.
¿Lo estás leyendo solo por el arte? ¿Te conmueve el crecimiento emocional? ¿O te frustra lo lento que avanza la empatía entre los personajes? Sea cual sea tu experiencia, Jinx es una historia que merece leerse con los ojos bien abiertos.