Un 10 de abril de 2014 se estrenaba en los cines *Hoy quiero volver solo* (*Hoje Eu Quero Voltar Sozinho*), una película brasileña que, con una delicadeza única, logró conquistar corazones en todo el mundo. Ahora, 11 años después, el número **211** ha comenzado a tomar un significado especial entre los fans: una especie de guiño simbólico, emocional, casi íntimo. La historia, dirigida por Daniel Ribeiro, cuenta el despertar sentimental de Leonardo, un adolescente ciego que comienza a descubrir su independencia y su primer amor junto a Gabriel, el nuevo compañero de clase. Con sensibilidad, sutileza y ternura, la película se convirtió en un referente del cine LGBTQ+ y de las coming-of-age contemporáneas. Más allá de su temática, fue la humanidad con la que trató las emociones adolescentes lo que la hizo atemporal. Pero… ¿por qué “211”? Aunque nunca se menciona explícitamente en la película, los fans han adoptado ese número como una especie de código o símbolo. Algunos lo relacionan con ...
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